Región

Realizan altares a difuntos del 7S

Gerardo Valdivieso Parada

 

Juchitán, Oax.- Aunque es una ciudad y las manifestaciones de otras culturas como el hallowen se reflejan en el mercado, en las tiendas, hasta en las escuelas, la tradición del Xandú’ o el día de muertos en Juchitán es algo íntimo, alejado del espanto estrafalario de los monstruos y de los muertos que salen de sus tumbas.

La tradición del xandú’ es una ceremonia que tiene que ver con lo espiritual, una responsabilidad real con la visita del ser querido que ya no está físicamente pero que regresa a deleitarse de lo que se le ofrece, de lo que disfrutaba en vida.

El xandú’ se celebra en un periodo perentorio entre la defunción y la ceremonia del reencuentro en el día de muertos, los parientes tienen ya la calma de la resignación y el xandú’ es encuentro sin grito ni pesar sino de calmado recuerdo del que se fue.

En este año la mayoría de las 36 personas que acaecieron en el sismo del 7 de septiembre les preparan sus biguie’ o sus altares, a más de un año, según la creencia se les da permiso para salir a visitar su antigua casa a encontrase con los que le prepararon en el altar los que aún les sobreviven.

Ignacio Chávez López tenía 35 años cuando encontró la muerte en pleno sismo de 8.2 grados al caérsele el techo de una casa antigua, con él murieron otros amigos que lo acompañaban.

Aquella noche había acudido con sus amigos, unos momentos, cenar y volver a su casa, encontró su destino unos minutos antes de la medianoche de ese doloroso 7 de septiembre. Sus familiares y amigos lo recordaron ante su altar en Juchitán en el callejón del Milagro.

“Nachito” cómo lo conocían sus íntimos era arquitecto y estaba en pleno desarrollo profesional, se encontraba dirigiendo la construcción de las bases de cientos de aerogeneradores de su último proyecto: el parque eólico Binnizá.

Contratado por la empresa Eólica del Sur se encargó de la construcción del parque eólico mas grande y con mas aerogeneradores del país, el joven arquitecto tenía tras de sí la construcción de las bases de otros 16 parques eólicos en que había participado.

Egresado del Instituto Tecnológico del Istmo (ITI) había visto frustrado su participación en el parque eólico “San Dionisio” que desarrollaría la empresa española Preneal, por lo que  para proyecto del parque Binnizá participó de forma más activa, reuniéndose con los propietarios para asegurar no sólo su deseo de participar en una obra más grande sino para asegurar el empleo de sus paisanos.

Su don de gentes y sus ganas de sacar adelante sus proyectos lo hubieran llevado a otras muy grandes cosas, confían los que lo conocieron de cerca y sabían de sus capacidades, pero como los otros 35 personas que perecieron el 7 de septiembre, el terremoto se lo impidió.

 

 

 

Publicaciones relacionadas

Your reaction

NICE
SAD
FUNNY
OMG
WTF
WOW
Botón volver arriba