Cazorla la más auténtica de todas las Intrépidas
Elí Bartolo
Reina de reinas, la más auténtica intrépida de todas las intrépidas, padre madre de un vástago, querida y odiada, admirada y repudiada. Nadie puede ser indiferente hacia su persona, diosa/Shiva/buda, diosa madre y matriarca, bendita entre todas las locas, muxe’s y mayates.
¿Oscar qué son para ti las intrépidas, tu laacabe o tu laanu?
Para mí (la fiesta de) las intrépidas es toda mi vida, donde empecé como loca. Es una etapa muy bonita la que vivimos allá en Comitancillo, porque acá en Juchitán no podíamos reunirnos todas las locas, porque nos perseguía la policía. Entonces optamos por ir al pueblo de Comitancillo, un lugar con gente muy buena: las señoras, las mujeres nos aceptaban y los muchachos también. Íbamos a las cantinas, se juntaban todos los muchachos y decían: «allí viene Cazorla con su carro», y todos los hombres allí. Así fue como le platiqué a Tano, a los de Matías, a los de Tehuantepec, a los de Laollaga y les iba platicando a todas las locas de aquí también, las que no tenían carro las llevaba en el mío. Nos juntábamos y cerrábamos la cantina de Mora allá en Comitancillo. ¡Ah!, esa señora fue una de esas putas, ya estaba vieja pero fue una mujer que vivió en esas épocas de prostituta…, pues ya cerraba el negocio y nos metíamos con los muchachos a bailar, a hacer todas nuestras cosas.
¿Y quiénes los recibían allá?
Néstor. Él era un amigo que conocí en la ciudad de México, en los años setentas, lo conocí allá y por él conocí el pueblo de Comitancillo, entonces llegué allí y nos presentó con uno que le decían Mari Toña que estudió para ingeniero, Charlo, Laica, Yade, y otras locas de Comitancillo que no recuerdo.
¿Y quiénes iban de Juchitán?
De acá iban Noki, Mexa, después Armando cuando regresó de estudiar en México. Con ellos íbamos a tomar y las visitas que llegaban de fuera me las llevaba a Picho’s bar. Pero para esto las intrépidas no se llamaban así primero. Cuando juntábamos allá en los bailes y todas las fiestas, había un conjunto que se llamaba Los Faraones, ese conjunto tenían unos muchachos muy guapos, hijos de familia, todos los que tocaban allí eran jóvenes. Nos dedicaban una melodía que a mí me pareció muy bonita por la dedicatoria, porque decían: «para las intrépidas buscadoras del peligro», para Oscar Cazorla y para Néstor Santiago. Cada fiesta, cada baile que íbamos así nos decían: las intrépidas; a mí me gustó y puse nuestro nombre las intrépidas, ese será nuestro nombre de batalla les dije a mis compañeras en nuestra reunión: las intrépidas buscadoras del peligro.
Cuando yo abrí el Salón Cazorla, fue que ya hice el primer baile de las intrépidas en forma, pero antes de eso yo hacía los bailes con Fernando Palacios, iba vestida de Isela Vega «La Alejandro», íbamos allí a una enramada, en un patio vacío, donde es ahora el Salón Cazorla. Llegaban las de Oaxaca: la Vero Selene, la Pavollana, la Chiquis no estaba porque estaba chamaca todavía, pero después la trajo la Venus, la Cocaleca y todos los demás mampos. Era un ruiderío de hombres y tras de ellos los chamacos. El patio baldío estaba grande hasta el río daba. Nosotros bailábamos y pues se veía todo.
En ese tiempo, todas venían de vestido, Falo Haz también venía allí. Yo nunca me vestí, nunca me gustó vestir. La Venus vestida era muy bonita, como varón y como mujer, fue muy guapa y muy educada también, se iba allá: pasaba un muchacho y decía «el que sigue», y pasaba otro tras de ella, y repetía la frase, y se echaba no sé cuántos varones esa noche.
Yo tuve muchos amigos locas con las que yo conviví, toda mi vida era de loca, por lo que mis papas se molestaban, mi papa sobre todo, se enojaba porque era su único hijo varón. Pero yo no podía dejar de ser lo que era y pues claro me comportaba a la altura de ellos. Pero yo andaba con las locas y se molestaron más cuando yo abrí el salón y puras locas hacían de meseros. Un reportero que fue allí a entrevistar me preguntó: «joven por qué puras locas, homosexuales hay de meseros», porque el dueño es homosexual le dije, y pues lo deje seco y ya no me preguntó más. Y así di frente a la sociedad tal como era, nunca le quité o le puse, más lo que yo era; y si me querían aceptar pero así como yo soy.
¿Cuándo fue la primera vela formal?
Al año siguiente de la inauguración del salón. Por ser el dueño no pedí permiso a ninguna autoridad, hasta hoy en día no se pide permiso, nunca hemos pedido permiso. Para la vela invité a señoras, a mujeres. Fui muy astuto, porque por ejemplo en Unión Hidalgo que ya hacen su fiesta empezaron invitando a puros varones, y ahora que quieren invitar a las señoras estas ya no quieren ir lo ven de otra manera. Nosotros como invitamos a señoras, muchachas con quien nosotras convivíamos, vieron que las cosas eran normales, ya no eran de puras locas y hacer sexo, fue tan formal que pues se hizo elegante y a todos les gustó. Yo creo que así fue como comenzó su gran impacto y a mí me agradó mucho eso.
Hoy en día como que ya se comercializó y hasta llegan decir que «a Cazorla se le queda el dinero», y efectivamente yo les platicaba con lo que me quedaba, porque pues ¿a quién se le va a quedar? si era yo el que hacía las vueltas. Cuando supieron lo que se ganaba dijeron que podían hacerlo, pues adelante les dije. Yo ya me siento cansado para andar detrás de todo esto, entonces pues que vean si les sale o no les sale. Me dio gusto, no me molesté, ni me enoje, ni me encapriché, ni nada, nunca dije: jay ya no soy intrépida!, no dije eso, al contrario me da mucho gusto que ya en todos los pueblos esté aceptado aquella ilusión de chamaquito que tuve. Ahora las locas ya tienen mucha libertad, es muy bonito, hay mucho respeto. Antes las cosas eran diferentes y que actualmente ya no se ven, por ejemplo una vez a mi la policía me persiguió por la ciudad, hasta que me trepé en una casa vieja que ahora es un bar, ahí me quedé hasta que se fue el policía me bajé. Los policías me correteaban mucho en el parque, pero sin embargo siempre llegaba allí temprano a platicar con las otras. ¿No te tocó a ti eso?
No. A mí no me tocó, me tocó la represión y las razzias en México.
También viví eso allá en México, pero también tuve suerte que cuando yo llegaba ya había pasado la razzia, razzia decían, o cuando yo salía llegaban, no me tocó. En el metro una vez me agarró un policía, pero nunca me llevó a la Delegación, en realidad me llevó al hotel.
¿Cuál es la diferencia que notas en los inicios de las intrépidas y actualmente?
Mucha, ahora ya se puede hacer mejor, todos ya salen vestidas con la mejor ropa, la mejor zapatilla, maquillaje y toda una cosa bonita, y si no lo tienen lo buscan, además se saben vestir, ya no tienen pena de nada, púes es su noche. Creo que ese respeto ya lo tenemos, por eso creo que ahora es mejor que antes, porque antes todo era escondido ya ni se.
Hay una declaración que dice que todos las muxe’s de Juchitán son intrépidas, ¿qué opinas de eso?
Es que ahorita el hecho de ser muxe’ es ya ser intrépida, porque ya quedó en la historia de que intrépida es ser muxe. Quedó así pero no es un sinónimo. Luego dicen «hay vi a una intrépida», ya no dicen vi a un muxe’.
¿Qué opinas de estas nuevas velas como Baila Conmigo y Muxe Guendaliza’a, que quieren separarse?
Pues mira esto está bien que lo hagan, porque ya es otra etapa de locas, ya no vamos a estar nosotros en esa época, ya son las nuevas que están entrando. Pero las intrépidas auténticas pues como todavía vivimos, tenemos el nombre, el respeto, no le vamos a defraudar en las fiestas que hemos hecho, se ha cuidado muy bien en ese aspecto. Atendemos muy bien a la gente que viene de fuera, por lo menos yo a cuanta gente llegue conmigo les doy casa, techo, hogar, y viene mucha gente por mi, porque así como voy, vienen y los atiendo perfectamente bien. Estas nuevas que están haciendo es como otra vela más, como la de Baila Conmigo, pues esa inquietud que tienen que lo hagan, para mi que está bien porque hay otro baile más. Independientemente del número de velas la nuestra se llena. Yo creo que estas personas que están haciendo las fiestas deben ponerse de acuerdo con nosotros, para que hagan su vela en una fecha propia, para que nosotros vayamos a esa fiesta y ellas acudan a la de nosotros. Les va a salir mejor, el pueblo da para más, hasta dos, tres, cuatro velas más, nada más que nos pusiéramos de acuerdo con las fechas. Si aquellas locas quieren hacerlo a su manera no nos vamos a poder entender. Les hace falta mucha experiencia para lograr lo que quieren, no va salir bien la cosa, no va a salir como ellas dicen.
Yo me acuerdo cuando era niño que había un carnaval, ¿te acuerdas?
Si me acuerdo, cuando estaba jovencito yo salí, iba temprano, siempre había un rey feo, que si no era Falo era Falín.
¿No lo ves como un antecedente de las intrépidas?
De hecho desde que estaba yo chavo ya me seguía la policía, ya de allí me viene todo el cascabel.
Entonces ¿no ves ningún vínculo entre ese carnaval que hacían y la vela de las intrépidas?
No. Porque la vela era que se presentarán tal como salían las artistas en televisión, que se vistieran, que se maquillaran como mujer. En el carnaval en cambio no, te decía yo participé en grandes carnavales en el Casino Juchiteco, fui de tres reyes magos. Pero allí no iban locas. Ahorita hacen los carnavales ya putas, locas y de lo que te quepa.
¿Y no te parece una idea interesante ya que en el carnaval hay rey feo y reina, y además que las intrépidas tienen ese toque carnavalesco, y bueno también sacar un rey feo, un mayate ahí de la comunidad?
Pues hay algunos que sí se atreverían
¿Cómo quién sería primero el rey de las intrépidas?
Nada… No me viene a la mente nadie ahorita
¿Y en cuanto al VIH como los impacta a la comunidad muxe?
Pues al principio el miedo, mucho miedo, porque se murieron varias. Platicando, como estamos ahora, les digo a las locas: «si lo tienes mana o lo tengo pues vamos a Oaxaca a ver qué cosa es lo que tenemos; si lo tenemos antes de que nos lleve, con tiempo tomamos esas pastillas que nos ayudaría tanto y seguiremos viviendo». Yo veo a muchas locas que sé que lo tienen y viven, toman, chupan y cogen, entonces vamos hacer lo mismo les digo. Ni te apenes manito, no hagas caso a la gente, les digo a los que tienen esa enfermedad que les da pena que las vean las paisana, ya ves que hay paisanas en Oaxaca; pero hay señoras que dicen hay mira a quien ví, por ni te preocupes manito les digo, si esas gentes que te vas pirar si así estamos viviendo ahorita, si es como cualquier otra enfermedad, preocúpate ya de tu vejez no te preocupes de eso les digo, deja esa enfermedad para las chamacas, pero yo jugando, jugando, les platico.
A mí me pareció una actitud bastante positiva tuya cuando un año con COESIDA y Magdapap, que nos exigiste que fuéramos a una plática para poder llevar puesto, eso me pareció muy interesante, increíble; de allí empezó mi admiración por ti, y dijiste «el que no vaya al taller, no entra a la vela, no le voy a dar pases, porque no va agarrar lugar», eso de a fuerzas me pareció una actitud positiva.
Fueron muchas, «vamos» les dije, de hecho fueron todas las locas
También yo te agradezco mucho cuando la OPS cuando concurse tú me hiciste el honor de firmarme la Convocatoria, porque yo creo que sin tu firma no hubiera tenido la convocatoria que tuve
¡¿Ah, si?!
Claro, porque te acuerdas que te pedí, vine con Bill Wolf y te dije fírmame esta convocatoria donde tú invites como Mesa Directiva, y tú me firmaste el documento, con eso bueno dentro de la mesa esta Cazorla y me acuerdo que tuvimos muchas personas. ¿Y cómo vez la cuestión del activismo de lucha contra el SIDA?
Muy bien, muy bonito, ahorita los chamaquitos si no lo tienes, si tú eres de las que no lo usas, si no lo traes, los chamacos ya no se meten contigo. Los chamacos ya entendieron, ya comprendieron, los albañiles, los peones, todo este tipo de hombres ya saben. Qué bueno si no hubiera todo eso los chamacos estuvieran más perdidos, ahorita ya no cualquiera, por muy feo, muy mal vestido que los veas, ya no quiere hacerlo sin condón. Eso significa que ya está entendiendo mucha gente, aquí en Juchitán yo lo he notado, ya vez pues no soy una blanca paloma, pues yo sé que todo eso está pasando.
Y en cuanto a las locas que se dedican al activismo, ¿cómo crees que han influido en este cambio de conducta de prácticas sexuales?
Pues mira como ya te dije, todo se volvió como la vela: un negocio. Hay una, por ejemplo, un poquito presionada por todas sus deudas y la necesidad que él tiene, ha hecho que caiga en cosas que no puede controlar, principalmente con respecto al dinero se va de boca. Como está muy necesitado agarra todo lo que le dan para ayudar a las locas y lo aplica en sus deudas.
Entonces yo creo que él debió darles un poquito más a las locas, porque él está entrando más a esa situación de lo que él sabe hacer de los travestis, pero invitándolos a usar el condón, pues yo creo que allí en Oaxaca tuviera más dinero, más entradas como otras, pero que repartiera, que lo diera. La ctra vez una amiga tuya le dijo de cosas, se pelearon fuertemente, y yo las tranquilicé, las escucho a todas, pero sí tiene parte de culpa, si tan sólo hubieran dado lo que prometieron más tarde obtuvieran más, porque las hubieran apoyado, me parece que eso le bajó un poco de gente.
*Extracto del libro «Las otras hijas de San Vicente». En este mes, el 8 de febrero, se cumple un año más del asesinato del empresario juchiteco cuyo que sigue impune.
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