Por Víctor Terán
Hoy, martes 12 de junio, en la mañana, durante su recorrido proselitista por la Séptima sección de Juchitán, el Lic. Emilio Montero Pérez pasó a saludarme en mi domicilio particular; ataviado de sol y música en el portón de la casa, me recordó súbitamente a su padre Mariano Montero, mi finado amigo, que así llegaba a mi morada a compartir conmigo su alegría de vivir. Viendo al joven candidato de MORENA en el portón, me acordé también de los niños que jubilosamente encabezaban las marchas de la COCEI allá por los años 80, imágenes imborrables de alegría y esperanza; así me llené de sol y certidumbre esta mañana, un joven profesionista y luchador social que enarbola su deseo de servir a su municipio “con el corazón”, debe ser aprobado y respaldado.
Dedicado a la creación literaria y a viajes de lecturas y conferencias, he olvidado escribir para opinar sobre nuestra dura y lamentable realidad; mas, viendo el entusiasmo popular que provoca y encabeza Emilio Montero, el optimismo me encandila y vuelvo a creer que una nueva manera de hacer gobierno es posible.
Desde luego que necesitamos reconocer la podredumbre política que vivimos en el municipio, para alcanzar a renovar el ánimo y luchar por la fundación de nuevas prácticas y fuerzas políticas que ofrezcan alternativas serias de atención y desarrollo para nuestros pueblos. La democracia que practican los viejos líderes istmeños es un juego de intereses mezquinos y no una búsqueda de las respuestas más urgentes y adecuadas para conseguir el bienestar de nuestras comunidades. Tomar conciencia de todo esto nos permitirá abrir el corazón a la esperanza: la esperanza de que es posible maniatar las manos de los caciques políticos para que el presupuesto destinado a Juchitán realmente se utilice para el desarrollo del municipio; de que es posible resolver la insalubridad provocada por los drenajes colapsados y la basura; la esperanza de atenuar y controlar la violencia e inseguridad; la esperanza de detener el deterioro y desaparición de la lengua zapoteca; de atender y motivar a nuestros jóvenes; y avivar la economía municipal respaldando a los campesinos, pescadores y trabajadores de la ciudad.
Juchitán merece un mejor destino, su larga tradición de lucha contra el abuso y la corrupción, su afán por conseguir mejores condiciones de vida y fortificar la defensa de su cultura, nos obliga a repensar y a enderezar nuestros actos. Necesitamos corazón y entereza para pensar en un proyecto común que desarrolle la viabilidad de nuestro pueblo.
Tengo confianza en la juventud, preparación y entusiasmo del Lic. Emilio Montero Pérez para conducir este tramo de vida de nuestro municipio: que pueda deshacer el círculo vicioso en el que nos mantienen los caciques políticos y logre utilizar el presupuesto de manera honesta y responsable para desarrollar las potencialidades de nuestro municipio para beneficio de todos y no de unos cuantos.
Por todo esto, me atrevo a invitar a mis paisanos, para que este primero de Julio, depositen su confianza y su voto a favor de Emilio Montero Pérez, seguro que será un buen presidente municipal por su arrojo, talento y dignidad; y con el apoyo de nuestro próximo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, lograremos remontar los problemas de Juchitán con acciones creativas y potentes.
La política del cinismo, la demagogia y la corrupción ya no tienen cabida en Juchitán, que MORENA sea el sol que alumbre el camino de Juchitán y México hacia la democracia, la justicia y el progreso.
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