Gerardo Valdivieso Parada
Juchitán, Oax.- El Ferrocarril Nacional de Tehuantepec o Ferrocarril Transístmico fue inaugurado por Porfirio Díaz en 1907 fue uno de los grandes proyectos del porfirismo como vía de comunicación interoceánica entre Puerto México, hoy Coatzacoalcos, y Salina Cruz.
El proyecto es revivido por el actual gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que lo ha convertido en uno de los grandes planes de su régimen: la de impulsar el tren como uno de los principales medios de transporte de mercancía y hasta de pasajeros.
La investigadora por la Universidad Pedagógica Nacional, Marcela Coronado Malagón, que ha realizado estudios del impacto del tren transísmico en la cultura zapoteca por su paso en los pueblos de la región del Istmo, considera que puede ser otra vez un medio de comunicación barato que aprovecharon los indígenas para comerciar y expandirse en el pasado.
La única mujer que formó parte de la desaparecida Dirección Política de la COCEI en sus comienzos, considera que también la vuelta a la operación tren transísmico en las condiciones actuales de la macroeconomía puede traer saldos negativos para los pueblos del istmo.
“Sería interesante que se mantuviera como medio de transporte porque era mas económico, por otra parte puede ser una ventana para la expoliación por la industria extractiva sobre todo con la minería”.
La investigadora considera que tanto como hace mas de cien años como ahora el tren transísmico es un proyecto meramente capitalista y si en el pasado representó despojo y acaparamiento de tierras, los pueblos zapotecas la aprovecharon:
“Fue un golpe, eminentemente de la vocación capitalista el tren transístmico en su origen, aún así la población zapoteca logró interactuar con él, generar espacios, acercó lugares, formó circuitos de migración, espacios de expresión identitaria”.
En las actuales condiciones con un capitalismo salvaje existen riesgos muy grandes para las comunidades, como la privatización de la propiedad comunal el mantenimiento de la pobreza mientras las grandes empresas se enriquecen:
“Existe el problema del neoliberalismo, una de sus características es la acumulación por desposesión, es decir expoliar los bienes sociales, esa es la amenaza, por una parte que bueno que se pudiera reestablecer este doble servicio de transporte-carga para la circulación no sólo de mercancías sino de personas, pero por otro lado se abre a la extracción, la desposesión”.
Opinó que es imprescindible la consulta y la información para los pueblos antes de iniciar con el proyecto, aunque consideró que fue desastroso que los gobiernos neoliberales cancelarán la vía como transporte de personas, “era un sistema ferroviario muy importante para la población”.
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