Región

Apertura de instalaciones y archivos militares esperanza de justicia para desaparecidos: Dormis

Gerardo Valdivieso Parada

Juchitán, Oax.- Con la apertura de las instalaciones y archivos militares a la Comisión de la Verdad y Esclarecimiento Histórico de los Hechos Ocurridos entre 1965 y 1990 que inició este miércoles con una ceremonia en el campo militar número 1, líderes sociales que sobrevivieron a la desaparición forzada de esa época esperan que se haga justicia para el caso de la COCEI y el de Juchitán.
Para desaparecidos políticos por militares como Jesús Vicente Vásquez “Dormis”, la apertura de la Secretaría de la Defensa Nacional para investigar las graves violaciones a los derechos humanos entre 1965 y 1990 es un hecho histórico y único:
“Se espera –como lo manifestó la hija de Lucio Cabañas- se haga justicia, y que no se repita más estos hechos dolorosos como las desapariciones en la llamada guerra sucia. Que se investigue bien el caso de Víctor Pineda Henestrosa y que se profundice la investigación y se pueda conocer realmente lo que pasó con él, a dónde lo trasladaron, a dónde lo tienen, para nosotros sigue vivo hasta que demuestren lo contrario”.
El desaparecido político por militares Víctor Yodo, es uno de los casos más emblemáticos que investiga la Comisión de la Verdad:
“Fue detenido por el ejército el 11 de julio de 1978 al mediodía, en el centro de Juchitán, un comando de Ixtepec lo secuestra y lo traslada con rumbos desconocido, probablemente estuvo recluido en el mismo batallón en Ixtepec, posiblemente lo trasladaron al campo militar número 1 en la ciudad de México o las instalaciones militares en Oaxaca, no se sabe” dijo el Dormis.
El 10 de agosto de 1978, fue detenido-desaparecido el juchiteco Manuel González Fuentes. Estudiante del Centro Regional de Educación Normal de Tuxtepec; había sido ubicado por la DFS, desde octubre de 1977, por su participación en movilizaciones estudiantiles y por su vinculación en los con¬flictos campesinos con los terratenientes de la región. Aún no se sabe su paradero.
El único integrante de la COCEI que estuvo preso dos veces en el campo militar número 1 y logró su liberación fue el Mayor Leopoldo de Gyvés Pineda, una de sus estancias duró alrededor de tres años por violar la orden de no participar en eventos políticos.
Hubo varios casos de desaparecidos por la Dirección Federal de Seguridad (DFS) -que se coordinaba con el ejército- en la que fueron asesinados, el caso más sonado es el de Rodrigo Carrasco López:
“Fue secuestrado y desaparecido también en el centro de la ciudad un 9 de octubre de 1981, posteriormente aparece muerto en un lugar cercano a la carretera que va de Juchitán a Ixtaltepec. Apareció ahorcado y con huellas de tortura. Durante varios días lo mantuvieron desaparecido. Quien participó en su secuestro y desaparición fue Víctor Jiménez López “Víctor Moro” agente y responsable de la DFS en Juchitán”.
Un segundo desparecido y luego asesinado fue Manuel Ortíz, que días antes de su secuestro fungió como representante del candidato de la COCEI a la presidencia municipal en 1984 Daniel López Nelio en la casilla establecida en El Calvario, “su cuerpo apareció a orillas de la carretera que va a La Ventosa”.
Durante una manifestación frente a la cárcel en Juchitán el 22 de Febrero de 1977 en donde se dio una masacre perpetrado por policías, fueron secuestrados, desparecidos y luego asesinados Victor Pineda Vazquez, Héctor Velázquez Figueroa y Manuel López Salinas, sus cuerpos fueron hallados por Santa Cruz Bamba mutilados, torturados y con el tiro de gracia.
El mismo Dormis fue secuestrado y desaparecido en dos ocasiones, una en 1977 en la ciudad de Puebla junto con su hermano Saúl Vicente Vásquez; la otra en 1983 en la Ciudad de México en esa ocasión también fue secuestrada y desaparecida su esposa Bertha Alicia Ovalle Bustos.
El dirigente recuerda que en la segunda ocasión fue después de una manifestación frente a la Secretaría de Gobernación, para exigir la liberación de sus compañeros de la COCEI que habían sido detenidos durante el desalojo de los palacios municipales de Ixtepec y Juchitán.
Al salir de la Casa de Estudiantes de la colonia Nueva Santa María la comisión de coceístas que formaba parte, fue interceptado por vehículos con agentes de la DFS que los detienen y estuvieron desparecidos por varios días.
“Posteriormente algunos compañeros fueron liberados, a mí me trasladan en diciembre de 1983 esposado con los ojos vendados en un avión militar, custodiado por militares, aunque estaba vendado logré ver sujetos vestidos de militares en algún lugar, no lo sé, pudo ser alguna instalación militar”.
Militares de custodia lo trasladaron a la base aérea de Ixtepec y luego a la cárcel de Tehuantepec, todavía en condición de desaparecido hasta que gracias a las movilizaciones se dio a conocer su paradero manteniéndose recluido en el CERESO por tres años.
Otros coceistas que fueron desaparecidos pero aparecieron con vida fueron Sabino López Aquino, Juan López López y Alfredo Hernández.

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