Alberto López Morales
JUCHITÁN, Oax.- Desde la noche de este miércoles, decenas de ciudadanos convertidos en “vigilantes comunitarios” comenzaron a realizar patrullajes en los barrios y poblados del municipio de San Francisco Ixhuatán, con la finalidad combatir los secuestros y asaltos que se han incrementado en esa localidad de unos 10 mil habitantes, ubicada en la zona oriente del Istmo oaxaqueño.
“La inseguridad nos ha rebasado. Lo dije desde el año pasado cuando pedí, reclamé y supliqué al gobierno de Oaxaca que reforzara la vigilancia en nuestro municipio que empezó a sufrir homicidios, extorsiones, robos y asaltos violentos”, señaló el alcalde ixhuateco, José Luis García Henestroza, quien llegó a la alcaldía con el apoyo del PAN y PRD, tras ser líder de la sección 22 del SNTE en la capital oaxaqueña.
Como resultado del crecimiento de la “delincuencia organizada”, diversas casas de empeño, farmacias y la oficina de Telégrafos cerraron sus puertas desde el pasado mes de octubre. Apenas en la madrugada del pasado 29 de noviembre, “personas desconocidas y fuertemente armadas abrieron con soplete un cajero de Santander, ubicado bajo el palacio municipal y se llevaron el dinero”, recordó el edil.
Por la mañana de este jueves, el personal de la sucursal del Banco del Ahorro Nacional y de Servicios Financieros (Bansefi), de Ixhuatán, comenzó a retirar los muebles, cajas, papelería. “La sucursal se irá del pueblo el próximo martes 13. Ya desde hoy están enviando todo a la población vecina de Reforma de Pineda”, explicó el alcalde José Luis García, cuyo mandato de tres años concluirá el 31 de este mes.
Los empleados de la sucursal Bansefi han sido asaltados seis veces desde el año pasado a la fecha. “Por eso se van, porque no cuentan con la seguridad”. Durante todo el día del miércoles siete de diciembre, unas 400 personas se manifestaron frente a la sucursal para exigir que Bansefi no cierre sus servicios.
Molesto, el presidente municipal García Henestroza lamentó que las autoridades estales del gobierno de Gabino Cué no hayan atendido al reclamo de la seguridad. “Ahora los vecinos van a vigilar las calles, van a ser el trabajo de los policías federales y estatales que resguardan en la capital de Oaxaca la sede del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO), pero que no pueden brindarnos la seguridad”, señaló.
― ¿Los vecinos que hacen el papel de vigilantes comunitarios, están armados?
― Lo más seguro es que sí tengan armas para defenderse, porque la delincuencia organizada no trae escobas, trae armas largas ―, respondió.
De acuerdo con el alcalde ixhuateco, en lo que resta de su gobierno, unas tres semanas, apoyará a las guardias comunitarias con la construcción e instalación de muros y cadenas en los principales cuatro accesos a la población, para que en las noches y madrugadas haya un control estricto de los vehículos que entren y salgan. “Ojalá el gobierno federal no quiera meternos a la cárcel como lo hizo con (José Manuel) Mireles, líder de las autodefensas de Michoacán”.
El primer modelo de patrullaje colectivo fue experimentado por los pobladores durante la madrugada del pasado once de noviembre, cuando unas personas armadas plagiaron aun joven identificado como Alan, quien fue liberado por sus captores ante la movilización de los ciudadanos armados con palos, machetes y escopetas.
“Ya hablé con el nuevo secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, José Raymundo Tuñón Jáuregui, le solicitamos la presencia permanente de la policía estatal y nos comprometimos a darles alojamiento, comida y combustible. ¿Sabes que me contestó? Que apenas tomó el cargo y va revisar cómo está la situación. ¿No se supone que al tomar un cargo, ya debe conocer el tema?”
La población ixhuateca tiene una próspera economía basada principalmente en la producción de mango y melones que se exportan al mercado norteamericano y en la ganadería de alto registro. “La delincuencia está afectando nuestra economía, por eso vuelvo a pedir auxilio para que manden a las fuerzas estatales y federales, antes que sea tarde”, señaló el alcalde.
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