Gerardo Valdivieso Parada
Juchitán, Oax.- Líderes coceístas como Jesús Vicente Vásquez “Dormis” recordaron que hace 44 años, el 22 de Febrero de 1977, cuando un grupo de estudiantes, padres de familia, obreros y campesinos fueron agredidos por las balas de la policía del estado que mató a dos estudiantes.
La Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI) había convocado a un mitin de protesta, para exigir la libertad inmediata de un grupo de menores de edad, jóvenes estudiantes. Quienes permanecían apresados en la cárcel municipal de Juchitán.
Fue en las afueras de la cárcel donde se perpetrarían una represión y masacre contra la gente en masa. La multitud corrió entre las balas buscando salvar sus vidas en su mayoría entre las tumbas del panteón Domingo de ramos.
Se reportó alrededor de 20 heridos de gravedad, 2 muertos: José Luis Luna Cristóbal y Norberto Vázquez Vázquez de 11 y 16 años; 11 desaparecidos de los cuales fueron hallados los cuerpos de Victor Pineda Vazquez, Héctor Velázquez Figueroa y Manuel López Salinas en una barranca de Santa Cruz Bamba mutilados, torturados y con el tiro de gracia
La masacre de estudiantes el 22 de febrero de 1977 frente a la cárcel fue uno de los sucesos que llevó a la caída del gobernador Manuel Zarate Aquino, aún muchos juchitecos rememoran esos días convulsos que iniciaron en diciembre de 1976.
El historiador juchiteco, Camilo Vicente Ovalle, cuenta que el conflicto inició cuando las líneas camioneras aumentaron el pasaje, la recién fundada Coalición Obrera Campesina y Estudiantil del istmo (COCEI) llamó a la movilización y “el 6 de diciembre estudiantes del Instituto Tecnológico Regional del Istmo No. 19 (ITRI), secuestraron 20 unidades de transporte”.
En respuesta los transportistas suspendieron el servicio desde Matías Romero hasta Salina Cruz. El 15 de diciembre, los presidentes municipales de Matías Romero, El Espinal, Ixtepec, Ixtaltepec, Juchitán, Tehuantepec y Salina Cruz, emitieron un volante responsabilizando de la crisis a los estudiantes vinculados a la COCEI, solicitando la intervención de la autoridad federal.
El martes 20 de diciembre en la madrugada la policía del estado con apoyo de elementos del ejército, encabezado por el Mayor de Infantería, Gerardo García Sánchez, jefe de la Policía de Seguridad Pública del Estado, tomó por asalto las instalaciones del ITRI, rescatando las unidades y deteniendo a 30 estudiantes.
Aunque las calles de la ciudad fueron patrullados por el ejército y la policía estatal para disuadir a la manifestantes “las movilizaciones en la región fueron en aumento, no sólo estudiantiles, sino campesinas y obreras. El conflicto asumió características de crisis social. Persistentes en la lucha contra el aumento del costo del transporte, al que se le había sumado la eliminación del descuento especial a los estudiantes” detalla el escritor.
El 26 de enero las Escuelas Técnicas Agropecuarias 197 y 198, de El Espinal e Ixtaltepec, respectivamente, suspendieron labores, también lo hicieron la Escuela Técnica Industrial 187 y la Escuela Secundaria Federal 13, en Juchitán, sumándose la Preparatoria 4, en Tehuantepec. Las movilizaciones siguieron.
El 21 de febrero estudiantes de la Secundaria Federal 13 y de la Técnica Industrial 187 tomaron un autobús en Juchitán. Una patrulla de la policía del estado les bloqueó el paso, provocando que el autobús la impactara, 38 estudiantes fueron detenidos y llevados a la cárcel, la mayoría fueron liberados, mientras una docena quedaron presos.
Al día siguiente, el martes 22, militantes de la COCEI, estudiantes y padres de familia se trasladaron a la cárcel para exigir la liberación de los detenidos, entre los que había menores de edad.
“La policía del estado, según los reportes de la Dirección Federal de Seguridad, abrió fuego disuasorio ante la posibilidad de que los manifestantes, armados ‘con palos y piedras’, entraran al penal y liberaran a los estudiantes, pero ‘al darse cuenta de que esos alumnos no se detenían, abrieron fuego contra ellos’” documenta Camilo Vicente.
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