Gerardo Valdivieso Parada
Juchitán, Oax.- En la inauguración del estadio de beisbol de los Diablos Rojos del México, en donde el presidente Andrés Manuel López Obrador fue abucheado, una de sus acompañantes lucía un traje regional, era la esposa del empresario Alfredo Harp Helú, María Isabel Grañén Porrúa.
El traje bordado con motivos relacionados al béisbol causó polémica por no apegarse a las formas tradicionales del traje como el bordado de flores o con grecas hechas con máquina de coser, pero la presidenta de la fundación Alfredo Harp Helú, quiso ataviarse con detalles alusivos al deporte preferido de su esposo incluso en los aretes.
La doctora en historia para hacerse los aretes de un bat y una pelota de béisbol acudió a uno de los orfebres mas prestigiados del estado, el juchiteco Cándido Santiago Esteva de la Quinta Sección, que se encargó del reto.
La esposa del empresario es una de sus clientes asiduos, sabedora de su destreza en el arte de la filigrana y porque Cándido Santiago Esteva, no lo piensa dos veces cuando le encargan cualquier diseño, cuando otros orfebres no se atreven.
Gracias a su pericia e imaginación para realizar sus creaciones el maestro Francisco Toledo le ha encargado convertir en plata sus caprichosas creaciones, uno de sus retos mas grandes que le fue recompensado al ver su trabajo en espacios importantes.
Con el pintor oaxaqueño trabajó varias piezas en plata que luego fueron expuestas en la exposición “Artificios. Plata y Diseño en México 1880 -2012” de la Fundación Banamex, una muestra conformada por más de dos mil piezas, desde el Siglo XIX hasta la actualidad. Muchas de las piezas provienen de E.U.A, sede de las colecciones más importantes del diseño de plata mexicano.
El inicio de su fama comenzó con la poeta Natalia Toledo con quién inició a realizar figuras de los diseños de la actual subsecretaria de Diversidad Cultural, su primer reto fue hacer unos aretes en forma de camarones.
El orfebre cuenta que para hacer la pieza mas fiel tuvo que acudir al mercado de Juchitán para comprarse un litro de camarones, observarlos en los detalles y luego trazarlos en el papel para luego logar el mejor molde.
El joven artesano a viajado a distintas partes del país a talleres y encuentros de orfebres en donde se sorprenden de su habilidad e imaginación para resolver los retos de las figuras.
El oficio que lo aprendió de un tío desde que era adolescente, lamenta que ya no haya interés por este oficio por parte de los jóvenes juchitecos como antes que los padres mandaban a sus hijos a aprender un oficio.
Sin embargo lo han llamado Centro de las Artes de San Agustín ( CaSa) para impartir clases de joyería tanto a estudiantes como a los artesanos de Oro de Monte Albán o a los maestros joyeros de Tlaxiaco.
Your reaction