Gerardo Valdivieso Parada
Juchitán, Oax.- Su mayor orgullo es recorrer sus mojoneras, una actividad ancestral que inculcan a los jóvenes para amar su territorio, pensando en ellos se han opuesto a las mineras, y por ellos han fundado 4 empresas comunitarias para darles empleo y oponer con organización comunitaria el proyecto modernizador del capital que a cambio de empleos sólo traen “explotación y muerte”. Con más de dos cientos años de sufrir la minería la recomendación de los representantes del pueblo de Capulalpan en el Foro “Impacto de la minería en el medio ambiente y las comunidades”, es no dejar entrar a las minas porque será muy difícil sacarlas.
La oposición a los proyectos modernizadores, como la minería y la explotación maderera para la industria del papel empezó, con las mujeres, ellas quedaban viudas y a cargo de sus hijos a temprana edad porque sus maridos morían en las minas, cuenta el presidente de bienes comunales de San Mateo Capulalpan, además de que 50 km de tiros y socavones acabaron con 13 manantiales cuyas aguas se iban al subsuelo.
Aunque la minería empezó a decaer a mediados del siglo pasado y procedieron las empresas a despedir a los mineros, una nueva veta detectado al norte del pueblo ha volteado los ojos de las mineras como Natividad y Anexas S. De C.V. que junto a una empresa canadiense pretenden explotar una zona de reserva de 4 mil hectáreas en donde los pobladores tienen sus mantos acuíferos, sus abrevaderos y un bosque de niebla o bosque mesófilo de montaña reconocidos mundialmente por su alta biodiversidad y que existen contados en el país.
Este regreso de la minería mas peligrosa porque pretende ser a cielo abierto ha puesto en alerta a la comunidad que ha “salido a cerrar las calles” para protestar y señalar a las autoridades el daño que durante dos cientos años ha causado la minería. Desde 2005 exigieron la salida de la minería y aunque han logrado su expulsión parcial, se han dado cuanta que las transnacionales principalmente las mineras canadienses “están por encima de las leyes mexicanas”.
En esta lucha además de los abogados de las mineras han chocado con los funcionarios del gobierno federal como la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) que han tomado con tibieza el eminente ecocidio en Capulalpan.
Como opositores al progreso y el desarrollo, necios, de negarse de salir de pobres, han tildados a los pobladores de esta comunidad que está a una hora y media de la capital de la ciudad de Oaxaca, pero que ha demostrado que hay otras alternativas de desarrollo sin afectar la naturaleza y el futuro de sus hijos.
Desde hace treinta años empezaron a generar empresas comunitarias en 1984 fundaron una empresa de aprovechamiento forestal, luego una planta de trituradora de agregados pétreos, implementaron un Turismo Ecológico Comunitario además de que la comunidad obtuvo el tan ansiado títulos de Pueblo Mágico un programa de la Secretaría de Turismo y una planta procesadora de alimentos. “Tenemos pues un desarrollo frente a la explotación irracional de la naturaleza” asegura el presidente del comisariado.
Los pobladores de Capulalpan están los suficientemente unidos y consientes del daños que les ha causado el plomo y el arsénico de las minas, que no apelaron a leyes internacionales:
“No quisimos que hubiera consulta, nos saltamos el convenio 169 de la OIT” la asamblea decidió negarse en definitiva a la explotación minera además de que adujeron que no había claridad en una consulta “no sabíamos que nos iban a preguntar”.
El foro se realizó en las instalaciones del Centro de Educación Ambiental Julio Bustillo Cacho dentro de las actividades de la 4ª Jornada Ambiental organizado por el Foro Ecológico Juchiteco.
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