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Las efigies de los dos San Vicente están bien: padre Lucio

Gerardo Valdivieso Parada

Juchitán, Oax.- Al padre Lucio Santiago párroco de la iglesia de San Vicente Ferrer cuando se le acercan los feligreses es pata preguntarle cómo quedaron las imágenes de los santos después del sismo “preguntan cómo se encuentra San Vicente Goola (viejo), San Vicente huiini’ (chico), el Santo Entierro, El Sagrado Corazón de Jesús principalmente” comenta el sacerdote cuya iglesia quedó devastada por el terremoto.
Mientras hace un recorrido con personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con sede en la Ciudad de México a la iglesia de San Vicente y a las cinco capillas que corresponde a su parroquia, el presbítero responde a las preguntas del reportero.
Asegura a los feligreses y a los representantes de las sociedades de los santos que los santos principales están en buen estado, aunque la histórica iglesia de San Vicente uno de los campanarios colapsó y el otro está en vilo, la cúpula y la bóveda de la nave central están agrietados.
Asegura que los dominicos llegaron a Juchitán en 1560 y como era su tradición fundaron una iglesia pequeña, a finales del siglo XVII y principios del XVIII se construyó una iglesia en forma, la iglesia tiene tres etapas de construcción asegura el sacerdote.
Reporta que tres capillas quedaron dañadas : El Señor de la Piedad, El Señor de la Misericordia y Domingo de ramos que corresponde solamente a su parroquia. La ciudad está dividida en cinco parroquias.
Párroco de San Vicente hace 4 años el padre Lucio dijo sentir el dolor de sus feligreses porque este sismo trajo mucho dolor y que el papel de la Iglesia no es la “echar más sal a la herida” si no de dar esperanza.
Aunque dijo que algunos eventos naturales son resultado del daño que el hombre ha hecho a la madre tierra sobre todo por los efectos del cambio climático, el papel de la iglesia no es la de sancionar si no de escuchar, “es como el caso del niño que cae y los padres le regañan diciendo ‘te lo dije’ y le dan una tunda, ese no es el papel de la iglesia católica”.
La iglesia de San Vicente ha sufrido daños en la historia a finales de 1910 sus dos campanarios fueron destruidos por los certeros cañonazos de un artillero del ejercito maderista que acudió a sofocar la rebelión de Che Gómez, los campanarios fueron arreglados en 1955.
En la ciudad otras iglesias han sufrido daños como la Parroquia de la Santa Cruz en la Octava Sección cuyo campanario se fue abajo, las capillas como de la Angelica Pipi, está seriamente dañada, las autoridades la han acordonado y han puesto como condición para poner un albergue en el atrio su demolición inmediata.
En el atrio y pista de Angélica pipi ubicado sobre el callejón del mismo nombre una gran cantidad de familias duermen en su pista ya en el callejón varias casa quedaron destruidas o otras con graves daños por lo que sus habitantes no pueden pernoctar en ellas.

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