INSOMNIO

Cuando llegué a la agrupación, venía tomando tranquilizantes para poder dormir, porque estuve sufriendo por insomnio.
Recuerdo que llevaba mi vida aparentemente bien, estaba logrando muchas cosas en mi trabajo en el aspecto político; de repente empecé a sentirme mal, a tener diarrea, vómito y mareo. Me llevaron a la clínica de la región, donde el médico les dijo a mis familiares que si no me trasladaban a la capital del estado, no me salvaría, entonces me llevaron y en el camino perdí el conocimiento más o menos recuerdo cuando me bajaban de la ambulancia. Después de varios días de estar en coma, desperté, estaba en terapia intensiva, posteriormente me llevaron a piso de recuperación. Pasaron varios días, me dieron de alta y me llevaron a la casa de mi hermano; en la primera noche no pude dormir, me sudaba el cuerpo y tenía sobresaltos. Mi esposa fue a verme y ese día me llevaron a caminar para que me cansara y pudiera dormir, me cansé y pude dormir, cuando mi esposa se despidió no quise despertarme, pero me desperté en la madrugada y ya no pude dormir por más que quería. Cuando fueron por mí, para traerme a la casa, yo iba con miedo, con los ojos desorbitados, ya empezaba a sentirme mal emocionalmente.
Llegando a la casa ya me tenían preparada una hamaca para dormir, pero no podía conciliar el sueño, veía como mi esposa dormía y yo no podía descansar, cerraba los ojos pero sentía sobresaltos y me sudaba el cuerpo. Así estuve durante varios días, sin poder dormir. Fui a visitar a un médico internista, a quien le pedí que me diera una orden para hacerme unos estudios porque sentía dolores en el estómago y pensaba que tenía una hernia hiatal y me hice una endoscopía, donde los resultados arrojaron que tenía gastritis a causa de ansiedad, entonces el doctor me recetó unas pastillas para poder dormir y vitaminas. Cuando empecé a tomar el medicamento, yo sentía mucho sueño, los tranquilizantes me hacían dormir mucho, entonces le hablé al doctor y él me dio otra pastilla que me provocaron mucha ansiedad, desesperación y no podía estar sentado quieto en un solo lugar; entonces fui a ver a un familiar que es médico y me recetó otras pastillas que me tranquilizaron y pude dormir bien, salir a la calle aunque con miedo y presentarme a mi trabajo, porque estuve encerrado en mi casa durante cinco meses. Así llegué al Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos, tomando tranquilizantes y a los tres meses dejé de tomarlos.
Al estar en la agrupación, recordé que desde mucho antes de enfermarme sufría de insomnio porque trabajaba en una comunidad alejada de donde soy, ahí tuve una novia y cuando me casé con mi verdadera novia, ella me dejó de hablar cuando regresamos de unas vacaciones en la que me casé. Empecé a sentir que no podía dormir porque esa persona no me hacía caso y tenía que dejar a mi esposa. Empecé a sentir malestares en el estómago, e insomnio. Hoy en la agrupación he dejado de tomar pastillas para dormir, he regresado al trabajo, se me ha quitado el miedo a salir a la calle y puedo dormir bien gracias a la terapia.

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