El general Charis ni luchó a favor de Madero ni en contra de Victoriano huerta

Gerardo Valdivieso Parada

Juchitán, Oax.- El viernes 3 de julio se cumplió un aniversario mas del natalicio del general Heliodoro Charis Castro, juchiteco cuyas efigies se encuentran en varias partes de la ciudad. Por la contingencia no se realizaron ceremonias públicas en su honor.
Cada año las autoridades municipales y la familia del militar que llegó al grado de general de división depositan un arreglo floral en su honor y se realizaba un acto cívico cultura a cargo de la regiduría de educación con participación de niños de las escuelas. En este año fue cancelado.
La hija del general con su esposa Jacinta Luna, Lugarda Charis Luna, por ser una persona adulta mayor y vulnerable al COVID-19 se encuentra resguardada en su domicilio, una pequeña casa cercana a la casona en donde despachó el militar juchiteco, actualmente en proceso de rehabilitación.
En la agencia Álvaro Obregón antigua colonia en donde fueron a residir los soldados juchitecos de su batallón, también fueron cancelados los eventos públicos en el lugar de su efigie que se encuentra en el centro de la población.
En las redes sociales circulan algunos datos inexactos de su biografía, aunque muy joven tomó las armas, no participó en la revuelta armada convocada por Francisco I. Madero a través del Plan de San Luis, ni tampoco en la insurrección contra el usurpador Victoriano Huerta.
Siendo heredero de la lucha de José F. Gómez y luego Felipe López, líderes del bando verde, su historia militar comienza con el Plan de San Vicente un levantamiento regional contra el gobierno carrancista ligado con sus enemigos del bando Rojo.
Su levantamiento en armas contra las injusticias de las autoridades y militares carrancistas en la región, coincidió con el levantamiento a nivel nacional contra el presidente Venustiano Carranza de los generales sonorenses Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta bajo el plan de Agua Prieta.
Luego de la caída de Carranza, Charis y sus hombres fueron incorporados al ejército mexicano y sirvieron al gobierno participando en el aplacamiento de la rebelión de la huertista, contra el alzamiento de los yaquis y en la guerra cristera.
Cuando le fue retirado su mando de tropa, el general Charis se retiró a Juchitán en donde fue presidente municipal, diputado, senador de la república y aspirante a la gubernatura del estado.
Como cacique de la región, es decir era considerado por el gobierno y fungía como autoridad sin tener ningún cargo oficial, recibió en su casa a varios presidentes de la república.
Gracias a su gestión se realizaron importantes obras en el municipio como escuelas y hospitales, su cercanía con el poder le posibilitó gestionar varios beneficios a la región.