Gerardo Valdivieso Parada
Juchitán, Oax.- Hace 29 años Tomás Chiñas Santiago irrumpió en la sede nacional del PRI junto con sus seguidores al no ser seleccionado como candidato a la alcaldía de Juchitán y haber ungido a un empresario originario del norte del pais, había llegado incluso por esta acción de su partido a quemar sus credenciales, pero un año después de aqueña asonada política iniciaría un proyecto que le fue mejor que militar en el PRI, fundó junto con campesinos, artesanos y elaboradoras de totopo la organización Tona Taati’.
El 5 de septimbre de 1989 se conformaron con el apócope y apodo de una de las heroinas de la gesta heroica de los juchitecos de 1866: Petrona Esteva. A lo largo de estos años no sólo han consolidado su organización han logrado que el totopo se comercialice y hasta se empaque para ser exportado a otras latitudes.
En la última década han logrado mantener una feria del totopo en donde las elaboradoras de este crujiente producto de toda la región muestran los diferentes variedades y sabores del “guetabiguí” (totopo), y han peleado para que el gobierno conceda a la región la marca de origen de origen, ante el uso del nombre para otros productos que no son los totopos originales de la región.
Son “28 años de estar promoviendo la creatividad, el esfuerzo y los valores culturales de artesanos, pescadores y campesinos del istmo oaxaqueño a fin de que organizadamente, y por sí mismos, aprovechen los recursos y apoyos que existen en el país para mejorar su calidad de vida” dijo Chiñas Santiago.
Especialistas de universidades como la de Chapingo, han reconocido el esfuerzo del grupo Tona Taati’ al darle valor agregado al exquisto totopo, a través de su diseño de envase, que se presentó al público en la VII Feria Regional de Totopo, efectuada a finales del mismo mes de mayo, en esta ciudad zapoteca y que se promueve en otras ferias en el pais.
Han destacado el empeño del Grupo Tona Taati’ y de su dirigente, Tomás Chiñas Santiago, al impulsar el rescate y preservación del maíz zapalote chico, mediante la producción artesanal de semillas mejoradas de esta variedad de maíz que se desarrolló con la cultura indígena en la planicie costera del istmo oaxaqueño.
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