Ana Muñoz Valdivieso
A través del tiempo desde que el ser humano se ha empeñado en tomar el control de los destinos de la humanidad, los líderes han surgido desde que el humano ha habitado este planeta. Siempre con la encomienda de sacar de la opresión a los desvalidos. Los lideres han surgido desde los más altos niveles tanto políticos como religiosos o lideres sociales. Ninguno de estos ha podido quedar bien con todos, sus adversarios los han perseguido en toda sus luchas. Algunos más otros menos han sido señalados como ambiciosos aferrados al poder y al dinero.
Uno de estos líderes que no han sido igualados en cuanto al gran poder tanto político como religioso que tuvo es el obispo emérito Arturo Lona Reyes, quien aún lo recuerdo llegar al colegio Vicente Ferrer, donde se le podía observar muy bien recibido por las religiosas de esa institución allá por finales de los años 70.
Como niña que era tanta atención me parecía que fuera un dios. Siempre su vestimenta fue la misma. Su típica playera blanca, la Cruz de madera en su pecho, pantalón de mezclilla entre otros. Las clases del colegio se suspendía porque celebraría algún acontecimiento de esa institución educativa. Nunca me imagine que aquel religioso tendría a través del tiempo tanto poder político como religioso., embelesaba con sus omilías a todo aquel que lo escuchara.
Llegó al istmo a cambiar el sistema religioso y político, lejos entrar a los recintos religioso a todo mortal, además de haber sido el partícipe principal en apoyo de la lucha de los entonces jóvenes promesas de la izquierda juchiteca. Este hombre apoyó en su totalidad aquellos jóvenes en la que el pueblo juchiteco puso su confianza.
Este personaje tuvo gran poder en el estado en la medida como lo tuvo el avispo en san Cristobal Samuel Ruiz q.e.p.d. Arturo Lona manejó masas de feligreses quienes lo admiraban, lo mismo podía reunir a los altos gerarcas religiosos con los altos mandos de la política de estado con bombo, sus seguidores a las afueras apoyando a su líder religioso, en ese tiempo la gente lo seguía con los ojos cerrados, se sentía protegidos por este religioso líder, a 50 años de servicio este religioso ya con avanzada edad, sigue siendo querido por los sacerdotes que tuvieron y siguen teniendo el apoyo total de su líder.
Cabe destacar que hasta el momento nadie ha ocupado ese lugar de manejar masa, cambiar el estilo de pastorear a sus ovejas en la iglesia católica, como todo líder queridos por algunos y odiados por otros, sin embargo lo seguiremos recordando como aquel líder religioso, quien supo llegar a los corazones de la gente más pobre que lo querían con el corazón.
Nadie ha podido sustituir en cuanto poderío, llegó al istmo en un tiempo en que la gente lo necesitaba, supo mover las piezas con astucia e inteligencia. El recuerdo del obispo de los pobres quedará por siempre en la memoria de miles de feligreses que lo quieren por su cercanía al pueblo. Difícilmente llegará haber otro igual, quizá fue el tiempo, quizá fue su audacia en cuestiones de negociar, lo que haya sido, Arturo Lona Reyes fue el líder nato que supo manejar masas, admirado por los gerarcas eclesiásticos como los grandes políticos de sus tiempos, Arturo Lona Reyes un líder nato
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