Región

USAER 63 presenta su plan de actividades ante supervisores, directores y autoridades educativas

Gerardo Valdivieso Parada

 

Juchitán, Oax.- Un niño en la escuela que no se le detecta desde los primeros grados dificultades de aprendizaje o déficit de atención será siempre “un burro” o un alumno problemático a lo largo de su estancia en la escuela hasta que deserte o termine de “panzazo”.

Estos casos existen en muchas primarias, en donde los maestros ven con naturalidad que existan siempre un alumno de este tipo, muy pocas escuelas ponen atención especial a esta clase de estudiantes y se preocupan porque sea atendido por especialistas que se ocupan en alumnos que presentan necesidades educativas especiales.

Para los maestros en pedagogía, en comunicación y lenguaje y psicólogos de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER) como la 63, que se ocupa de cuatro primarias en esta ciudad, esta clase de alumnos en la mayoría de los casos tienen una manera diferente de comunicación en el aula.

Por eso su objetivo es fortalecer el proceso educativo de los niños que presentan necesidades educativas especiales con o sin discapacidad, garantizando una educación eficaz para su desarrollo pleno e integral.

Al ubicar las barreras en su aprendizaje los profesionales de la USAER llegan a detectar discapacidades visuales, auditivas, intelectual y múltiples, dificultades severas de aprendizaje, trastornos e hiperactividad o por el contrario el alumnos tiene aptitudes sobresalientes o talentos específicos que los maestros no detectan o no comprenden.

Para la directora de la USAER 63 que tiene su sede en la Escuela Primaria Centro Escolar Juchitán, Soraida López Trinidad, cada alumno tiene su propia manera de aprovechar sus materias en clase “cada quien tiene su propia luz”.

Por eso los alumnos que presentan estas barreras en el aprendizaje son tratados de forma especial en las escuelas en las que intervienen: las primarias Centro Escolar Juchitán, Saúl Martínez, José F. Gómez y Héroes del 5 de Septiembre, para que adquieran “un nuevo sistema de comunicación”.

Para ello los maestros de la USAER no sólo trabajan con directivos y maestros sino también con los padres, para que los niños se vuelvan más competitivos y autónomos.

En los dos años de pandemia el trabajo de los profesionales de esta área se complicó mas al trabajar en línea, si de por sí tratar a los niños de forma cercana es complicado realizarlo de manera remota lo complicó más, reconocieron.

En algunos casos tuvieron que citar al alumno de forma individual en un espacio especial de la escuela para evitar contagios o trabajar con el niño en su casa de forma individual.

Para el psicólogo Manuel Arturo Velásquez Aguilar no hubo casi secuelas derivadas de la pandemia en los niños en su regreso a clases, la mayoría de los alumnos que no conocían la experiencia de clases presenciales en los dos años -los que ingresaron a segundo y tercero- con el tiempo asimilaron la nueva experiencia de recibir clases presenciales, lo superaron como cualquier niño que ingresa por primera vez a clase.

Parte de lo anterior fue planteado por el colectivo en un encuentro con supervisores de su zona escolar y directores de las escuelas atendidas, para dar a conocer dar a conocer sus actividades y la modalidad de apoyo para este ciclo escolar.

 

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