Por: Ana Beatriz.
La violencia hacia las mujeres no es nada nuevo en todo el país. Los expertos en el temas aseguran que esta violencia hacías las féminas viene de miles de años atrás. Esta violencia ha pasado de generación en generación. Violencia aprendida en la familia que se recrudece en la adultes. Sin embargo la lucha de varios colectivos en contra de esta violencia es de hace pocos años. Los primeros indicios de aceptar la violencia es desde la infancia de una mujer inclusive muchas veces desde el vientre materno. Las abuelas las madres, las tías son las primeras permisoras que la mujer sea violentada. En las familias se simula muchas veces esta violencia. En la raza zapoteca esta violencia ha sido permisible por la comunidad ya que el hombre es la cabeza del hogar, es quien tiene todo el derecho. En todo el país no hay hogar sin violencia. Ya sea física o psicológica al fin violencia. Es una realidad que las mujeres entre ellas se describirán, de violentan se envidian se dividen. Esto de erradicar la violencia debe de erradicarse primeramente en el hogar para después no ser permitido en todo los ambientes donde exista una mujer. Cuando la mujer entienda que tiene un valor extraordinario, un valor único e ilimitado es entonces que toda esta violencia terminará. Porque ni las marchas ni los programas de gobierno lo podrán lograr mientras la mujer no conozca todo su valor. La marcha un día sin mujeres movió muchas fibras sencillez y esto hizo reaccionar a muchas féminas. Que participarán en ella. Otra de lo que ha provocado que esta violencia sea a un más fuerte. Son las instituciones impartidores de justicia que no hacen su trabajo, ese compromiso que tienen para erradicar la violencia hacia este sector de la población que ya está diciendo basta. Es por eso qué hay que unirse a esta mega marcha programada para el 9 de marzo. No por un partido político ni por una religión mucho menos por el que dirán. Al fin de cuentas cada mujer lleva dentro de sí la cantidad de violencia que ha permitido y este día podría ser, el dejar de reprimir ese dolor que trae consigo esa violencia. Una felicitación a todas aquellas mujeres de corazón sincero que desean de verdad que ninguna mujer sufra de más violencia. Porque tengan por seguro si ninguna mujer sufriera violencia otro sería nuestro mundo. Porque la mujeres valemos mas que El Oro puro. Valemos más de lo que nos imaginamos solo que muchas no lo sabemos. Pero algún día lo sabremos y en ese preciso momento nuestra vida cambiará. La muerte de la niña Fátima cimbró a todo el país por la forma en que fue violentada esta indefensa niña violencia generada por la sociedad y la fatídica justicia mexicana.
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