Cultura

La casa de los López casi cuatros años después del terremoto será rehabilitada

Gerardo Valdivieso Parada

Juchitán, Oax.- Sobre la avenida Juárez atrás de la Casa de la Cultura está una antigua casa vernácula mal apuntalada “golpeada, pero no vencida por los sismos” dijo el trovador Gustavo López, quien informó que después de tres años y medio el hogar de sus padres cuenta ya con un recurso del Consejo Nacional de Vivienda (CONAVI) para su rehabilitación.

La familia López tuvo que enfrentar la presión de las empresas constructoras que querían demolerla para asegurarse el recurso de la reconstrucción, pero conscientes de su valor histórico y patrimonial para la ciudad pero sobre todo el valor sentimental no cedió.

No fue así con sus vecinos de ambos lados de la casa que eran edificios de más de cien años de antigüedad que con la anuencia de sus dueños sucumbieron a las máquinas, como la casa añosa de la señora Rebeca Aquino de los Santos más antigua que la de ellos que se resistió a los golpes de la máquina que la tiraba.

De la poca arquitectura vernácula de la ciudad quedó reducida a unas cuantas casas como de la familia López que es considerada “la joya” de los edificios antiguos sobrevivientes después de los sismos de 2017, así coincidieron expertos en el taller “sistemas de construcción tradicional y restauración de inmuebles considerados patrimoniales” realizado en el patio de la casa referida.

Organizado y convocado por el INAH y el CONAVI el curso fue impartido por arquitecto Antonio Martínez López, al que asistieron diferentes especialistas, representantes de empresas constructoras y supervisores y arquitectos del INAH.

Al final del taller hubo comida y música de sones istmeños a cargo de una banda, la que inundó de nostalgia y lágrimas a la familia de músicos que después de tres años en su hogar se escuchaban otra vez los sones y la esperanza de mantener en pie la casa de varias generaciones.

La casa ubicada sobre Avenida Juárez número 14 es una casa de dos aguas con muros de una vara (83. 80 centímetros) de largo con características propias de una casa “teca”, después de realizar las calas se procederá a su correcto apuntalamiento ya que los apoyos que le colocó la familia no fueron hechos con el asesoramiento adecuado.

A unos meses de cumplirse cuatro años del sismo el cantautor recuerda que apuntalaron la casa como pudieron porque no hubo asesoramiento después del sismo y tampoco la altura de miras de una autoridad municipal que defendiera la arquitectura de la ciudad:

“No hubo un gobierno municipal que defendiera el patrimonio y saliera a la defensa de esas casas porque mucha gente ante el temor de que se viniera abajo cedió, no hubo asesoría y no hubo una exigencia puntual de las autoridades municipales para revisar qué casas se podían salvar”.

Las compañías prefirieron tirar casas que eran salvables y que hubiera resultado más económico reconstruirlas y que al final en muchos casos engañaron a los dueños para que tirarán su patrimonio y nunca cumplieron con reconstruirlas, recordó.

El autor de “Críptico” lamentó que después del sismo la gente tuviera la idea de tirarlo todo y volver a reconstruir y no rescatar el patrimonio:

“Se destruyó lo poquito que quedaba de identidad arquitectónica de Juchitán, fue tan intensa que hasta el palacio lo iban a tirar, lo que se debe hacer es preservar no destruir más, es nuestra identidad”.

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