Por Víctor Terán
El gobierno federal, con un secretario de educación que es operador político de los empresarios para la privatización de la educación en México, tomó el camino más fácil para el regreso a clases en el inicio del Ciclo Escolar 2020-2021: la disposición de regreso a clases a distancia este 24 de agosto mediante la televisión abierta.
La voz de los que saben sobre educación, los investigadores y especialistas en educación y los maestros de la CNTE, no se hizo esperar, se manifestaron desaprobando esta decisión autoritaria y antipedagógica, que nunca tomó en cuenta al magisterio nacional y no estimó los resultados de los estudios que dicen que en el esquema de comunicación unidireccional de la educación por televisión, donde hay un emisor que emite un mensaje y un niño sentado que escucha y lo recibe, no hay ninguna posibilidad de que haya algún aprendizaje. Indican que, la SEP cree que esta es la salida educativa más práctica por el momento de crisis pandémica que vivimos, porque no escuchó la voz y la experiencia de los que realmente viven el proceso enseñanza-aprendizaje, los maestros. Y se preguntan: Si una familia tiene más de dos hijos, ¿dónde sacará la familia los demás televisores para que todos sus hijos reciban las clases presenciales?, ¿acaso el hogar es el ambiente adecuado para fomentar el aprendizaje?, ¿los niños y jóvenes están emocionalmente preparados para recibir clases en un contexto de miedo, desempleo, hambre, y muertos?, ¿quién cuidará a los niños en casa cuando los padres salgan a buscar el sustento diario?, ¿quién aclarará las dudas de los niños durante la transmisión de las clases?, ¿Cuentan las madres y los padres de familia con el conocimiento básico para aconsejar a la niñez en el cumplimiento de sus tareas?, ¿qué papel desempeñarán los maestros con la educación a distancia?
Mientras el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) aplaude y abraza la disposición del gobierno (el mismo sindicato que respaldó la reforma educativa privatizadora de Peña Nieto y la represión contra los maestros rebeldes a la privatización), los maestros agrupados en la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) se reorganizan en sus estados (Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero) y lanzan una campaña masiva e intensa de análisis y discusión sobre esta disposición y sobre la crisis sanitaria mundial y sus impactos, a fin de construir una ruta educativa emergente con los padres de familia y para el pueblo.
En Oaxaca, pensadores de la talla de Gustavo Esteva, Manuel Gil Antón, Luis Hernández Navarro, Miguel Erasmo Zaldívar, Ángel Diaz-Barriga, Jaime Martínez Luna, Luis Bonilla Molina, Marco Raúl Mejía Jiménez, Mauro Jarquín Ramírez, entre otros, coinciden en señalar que la crisis pandémica ofrece al magisterio nacional la oportunidad de acercar la escuela a la vida, porque la educación mexicana perdió el rumbo, quedó atrapada en el formalismo del currículo, del aprendizaje, de la eficiencia y de la evaluación, olvidó que su tarea es educar y formar, pues se centró en cumplir un horario, en completar todos sus rituales de ingreso al salón de clase, en estar en el pupitre, en tomar los apuntes, traer las tareas y presentar los exámenes. Argumentan que está probado y superado que, en el esquema de comunicación unidireccional de la educación por televisión, donde hay un emisor que emite un mensaje y un niño sentado que escucha y lo recibe, no hay ninguna posibilidad de que haya algún aprendizaje. Y plantean que estamos viviendo un evento sin precedentes y es momento de continuar en la ruta de la educación alternativa formulada por el PTEO (Plan para la Transformación de le Educación en Oaxaca), donde los colectivos escolares de cada escuela tienen la oportunidad histórica de construir e implementar una ruta congruente a esta emergencia sanitaria que se vive, porque la escuela no está en condiciones de iniciar un ciclo escolar con los planes y programas escolares oficiales de siempre, que los maestros están obligados a restablecer el vínculo entre el maestro y el alumno, entre el maestro y los padres y madres de familia, cuidando las indicaciones de sana distancia de las instituciones de salud y adaptar los contenidos educativos a la realidad, mediante un currículo emergente que priorice contenidos pertinentes y significativos a la difícil situación que viven los estudiantes y su familia.
La discusión sigue en la CNTE, personalmente considero que el MDTEO, a través de la Comisión Política de la Sección XXII de la SNTE, debe pronunciarse antes del 24 de agosto presente, sobre el Calendario del Ciclo escolar: 2020-2021 de la SEP. Precisar si se ajusta a esta disposición o construye una ruta propia, de fecha y pedagógica, de inicio de clases en el Estado de Oaxaca.
Coincido con los especialistas e investigadores de la educación mexicana, la nueva normalidad pandémica exige cambios profundos e inéditos, cambios que transformen el quehacer de la escuela. Urge repensar y transformar la escuela, replantear el currículo, el sentido de las funciones y tareas que realizan los actores escolares y restablecer el vínculo del maestro con el alumno en la medida de las circunstancias de la pandemia.
La pandemia constituye un momento singular para impulsar el trabajo educativo por proyectos escolares investigativos, poner el currículo al servicio de lo que la realidad está reclamando, se trata de aceptar la realidad como base del aprendizaje de los alumnos para garantizar aprendizajes significativos. Y esto se puede hacer mediante la construcción de un currículum emergente a través de micro proyectos investigativos en casa, considerando contenidos sobre la realidad pandémica que se vive, con temas como la salud, el medio ambiente, la pobreza y la alimentación. O hacer lo que plantea Leslíe Serna, investigadora de Valora Consultoría, lanzar la campaña de lectura más grande de la historia, hacer a un lado el currículum oficial, repartir libros en todas las casas mexicanas, y que durante todos los meses que dure la pandemia los niños y jóvenes lean ciertos números de libros, con una propuesta pedagógica y metodológica, así se estaría formando una generación de lectores, en cambio, con la enseñanza mediante el plan educativo a distancia se estará formando una generación adicta a la televisión.
En definitiva, como dice Enrique Dussel: “Urge transformar el sistema educativo a través del pensamiento crítico, la ecología y la descolonización de la educación, porque la humanidad se está suicidando”.
Guidxiguie’, Lulá’, beeu bixhono, iza 2020
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